El antropomorfismo es la acción de humanizar o de proyectar características humanas en los animales. Se tienen evidencias que el antropomorfismo ha acompañado al ser humano desde siempre, tal y como se aprecia en algunas pinturas rupestres
En nuestra sociedad la tenencia de animales como mascotas tiende a satisfacer algunas de nuestras carencias socio afectivas evidenciando en algunos casos, un alto grado de egoísmo al solo satisfacer esas carencias sin tomar en cuenta la naturaleza propia de nuestra mascota.
En muchas ocasiones las personas no saben dirigir su cariño a los animales, omitiendo satisfacer las necesidades de estos para satisfacer las propias.
Esto lo podemos observar en muchos aspectos. Por ejemplo, dar golosinas constantemente a nuestra mascota como una merecida ofrenda de amor, no pone en relevancia nuestra alto grado de cariño sino por el contrario, una inconsciente forma de atentar contra su salud.
En casos bastante extremos en los que se visten los animales y le colocan zapatos con la excusa de que es para que no se ensucien, atentamos contra la biología del perro al limitar una de las partes del cuerpo por las suda y percibe la temperatura y textura del suelo.
De hecho, aunque parece extremo si analizamos el control de horarios para la evacuación de esfínteres y actividad física
es una adaptación a nuestra conveniencia humana y no a la necesidad natural de nuestra mascota.
Hacerlos básicamente dependientes del tiempo que nosotros dispongamos y no que se desarrollen físicamente de forma suficiente también es humanización.
Existe también una tendencia a no dejar que el perro haga reconocimiento olfativo en las glándulas anales de otro perro, u oler las marcas de orina y heces o escudriñe en la maleza limitando su capacidad natural para la lectura y participación activa en la interrelación comunicacional con sus congéneres.
Estas limitaciones inciden en anomalías de tipo físico, psicológico y comportamental. Un perro que el dueño no le permite interactuar adecuadamente con otros ejemplares de su especie puede llegar a ser un perro que no tenga un comportamiento adecuadamente social convirtiéndolo en , tímido o reactivo generando problemas de gran incidencia en la calidad de vida del perro e incluso la nuestra.
Hablemos ahora de un grupo de animales que es considerado mascotas, pero de hecho son de tenencia ilegal. En nuestros países, desafortunadamente, la tenencia de animales silvestres, salvajes, o protección legal tales como loros, tortugas, guacamayas, iguanas, monos, serpientes, felinos de gran tamaño, y en general fauna cuya existencia en la como mascota es impensable a no ser por la vanidad y egoísmo del humano que le limita a una vida de triste vida confinamiento, carencia y humanización que impide eventualmente su reinserción a su medio natural
Volviendo a las mascotas ordinarias como son perros y gatos y resumiendo; el cariño profesado debe ser consciente y respetuoso. Por eso, es necesario educarnos para entregar nuestro afecto de
manera correcta y no convertirnos por ignorancia en una representación viva del personaje comic Elvira de la serie de dibujos animados que muchos recordarán .
La tenencia de una mascota canina o felina no es tan simple como para que de forma consciente o inconsciente se convierta en una extensión de mí, un espejo o la proyección de mis carencias y deseos.
Es la responsable decisión de brindarles verdadero amor, salud, alimento, y con ello bienestar físico y mental con un alto grado de respeto por su naturaleza
El antropomorfismo o humanización también es un tipo de maltrato animal.
Eduquémonos, disfrutemoslos
Seamos humanos
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